Si bien la musa no me acompaña esta noche o al menos no logro escucharla ante tantos pensamientos en mi cabeza, el primer post de este Blog debe ser en el que comparto este momento... en una vida repleta de instantes eternos y segundos perfectos, los cambios que he experimentado los últimos meses han significado momentos mágicos, momentos que deseo hacer eternos para conservar la perfección de esta armonía.
El pasado mes de mayo y tras despertar de un placentero sueño con la certeza absoluta de lo que ocurría; una muestra de sangre confirmó que el sueño compartido con Alex se convertía en una hermosa realidad: Estoy embarazada.
Hoy, a casi 9 meses de matrimonio tengo ya casi 5 meses de felíz y saludable embarazo... 5 meses de un maravilloso y mágico embarazo que trajo consigo una estrella reflejada en mi café de cada mañana.
Las letras comenzaron a limitarse a partir de que lo supe y es que... ya nada resultaba más necesario que sentir mi vientre, nada resulta más placentero que saberme responsable de otro ser; ningún post, ningún texto, ningún capítulo avanzado podrían resultar más maravillosos que soñar su mirada y sentir sus movimientos. De cualquier forma vivo rodeada de palabras y alimentada de frases e ideas así que no podía alejarme por mucho de mi antigüa pasión; las letras. Ahora que he retomado la lectura obsesiva, la escritura compulsiva y la composición constante, lo más prudente resultó comenzar este espacio alejado de mis amadísimas Crónicas de Anagnórisis para compartir otra anagnórisis; el dar vida. Esto merecía un espacio nuevo y exclusivo.
Las Crónicas de Anagnórisis seguirán existiendo; mi cuento de hadas alternativo es parte de mi, soy parte de ello y seguiré siendolo por mucho tiempo pero ahora también seré parte de esto, de este espacio mágico dedicado a este momento perfecto.
Hoy entonces, inicio este nuevo blog; un blog diferente a mis amadísimas Crónicas. Un blog que no pretende evitar que mi cabeza estalle debido a la cantidad de ideas que se generan, un blog que no pretende más que conservar este momento como sóbloletras lo pueden conservar. Conservar la sensación de que todo está bien, el aroma a crema de coco y bambú, la piel suave y la humedad refrescante de las duchas, el golpe de las gotas de lluvia sobre mi cuerpo y el cambio constante de figura... estas letras pretender conservar la magia que ahora se puede tocar y el milagro que se puede sentir.
Sé que no soy la primer mujer embarazada pero definitivamente hoy reconozco que me siento el centro de un Universo perfecto, iluminada por la luz de las estrellas que se reflejan en mi café y por el resplandor de la Luna. Esto aquí comienza.
Y he aquí el momento por el que Fausto vendió su alma, cuando se le pide al tiempo que espere, cuando lo queremos congelar en letras y recuerdos. Muchas felicidades y al mismo tiempo, que envidia. Si el hombre inventó a Dios, lo creó a imagen de la mujer, porque ella da vida. Nada hay más maravilloso.
ResponderEliminarToda la felicidad para ti, para tus consecuencias y ecos, para tus posibilidades, para tus estrellas, que ojalá brillen siempre sobre todo tu universo.