Tengo autorizada por el médico UNA sóla taza de café al día...
Ahora que el otoño comienza, mi taza de café por la mañana resultó BÁSICA y es que no concibo el otoño sin una taza de café en mi escritorio. Hoy que el otoño comienza recuerdo cuán magnificos son mis otoños y cuánto los disfruto y es que en mi vida, todo mejora con el otoño.
El título de este post es un tema bellísimo de Luis Eduardo Aute.
Podría parecer irrelevante en la bitácora dedicada a la mejor etapa de mi vida hasta ahora pero deja de ser irrelevante cuando "Las cuatro y diez" es la canción que Alex le cantó a Ana Fernanda en mi vientre hace un par de noches... fue aún más especial cuando me integré al coro y es que; ¿qué podría ser mejor que Alex y yo entonando una canción de Aute para la bebé?.
Al parecer a la bebé le gustó la canción o tal vez sólo disfrutó escuchar al mismo tiempo a sus papás cantandole... lo que haya sido le permitió patear y moverse tranquilamente durante toda la canción.
No hay palabras para expresar lo perfectos que fueron esos 3 minutos.
Tan perfectos como aquella tarde de noviembre en el departamento de Alex en Campeche aquel otoño 2007... si bien con Alex descubrí que el mundo puede desaparecer y los momentos se pueden conservar, ahora con Fernanda en mi vientre y Alex junto a mi, la vida luce mágica, maravillosa y milagrosa. Corta la respiración sentirla interactuar con nosotros y comenzar a conocer sus ritmos; comenzar a hacernos parte de su vida y darnos la oportunidad de descubrirnos en ella ha sido lo más grande...
Por ahora seguirá creciendo y seguiremos cuidandola y conociendola.
Seguiremos aprendiendo de ella y con ella y la seguiremos esperando algunos meses más.
Sentirla mientras cantamos para ella resultó mágico.
FUE LO MEJOR.