Han pasado meses; lo sè perfectamente.
Decir que ha pasado mucho serìa poco... tan poco que resulta absurdo tratar de resumir los acontecimientos.
Ana Fernanda està a sòlo unos dìas, tal vez unas horas de integrarse a nuestro hogar y a nosotros la espera se nos ha hecho eterna.
Sus movimientos resultan tan fuertes que no hay duda de que està bien, de que nos escucha y nos conoce. Es impresionante que ante el estìmulo de una caricia pueda responder como lo hace, ante el sonido de las cuerdas de la guitarra de Alex ella reacciona y nos hace entenderla...
Ahora sòlo faltan dìas... horas para mirar sus ojos y escuchar su llanto.
Nuestro hogar la espera.